Cuando decidimos ser madres, los cambios no son solo físicos, paralelamente nuestras emociones, prioridades e intereses también cambian.
Las relaciones se transforman, sobre todo la que tenemos con nuestra pareja. Aquí es primordial buscar esas instancias de comunicación e intimidad para conectar con el placer y con nuestro ser sexual.
Maternidad y Placer
Por María del Mar
Después de convertirme en madre, pensé que nunca más volvería a sentir deseo, no tenía ganas ni lubricación, estaba siempre agotada y mis pocas energías las gastaba en alimentar y cuidar. Con el paso del tiempo fui entendiendo, que a medida que mi hija crecía, también volvía a tener cierta independencia, sentía que tenía un poco más de tiempo para mí.
Empecé a sentir ganas de conectar con nuevas formas, sentí la necesidad de conocer esta nueva versión que ahora la motivaban otras sensaciones y experiencias. Y así fui explorando otros estímulos, partí por comprarme un lubricante, luego algunos juegos para compartir con mi pareja en otra instancia que no fuera solo el coito, ya que ambos estábamos agotados. Fui comprendiendo que el placer no termina con la maternidad, requiere tiempo y constancia, SIN PRESIONES, dedicarnos tiempo de calidad a nosotras mismas.
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Retomar el placer y el erotismo se vuelve crucial, para permitirnos sentir y disfrutar más allá de todas nuestras responsabilidades. Ya sea sola o en pareja, reconectar con eso que nos inspira y apasiona, se vuelve una revolución en los tiempos de hoy.