Hace un buen tiempo, desde que soy sexóloga al menos, el mes de mayo dejó de ser uno de tantos meses en el año, para convertirse en “el mes de la masturbación”.
Así es, lo que comenzó como una campaña educacional el año 1995, liderada por la sexóloga norteamericana Joani Blank, para visibilizar la masturbación, hoy es para los educadores sexuales de todo el mundo, la excusa perfecta para seguir sacando del tabú a esta maravillosa práctica sexual.
Hablar de los beneficios de la masturbación suele complicarme un poco, no porque estos no existan, todo lo contrario, sino porque creo que “tener que educar sobre los buenos motivos” para masturbarse, es prueba suficiente de que todavía nos queda mucho por avanzar. Y es que muchas veces estos buenos motivos, son una suerte de “permiso sanitario”, para que quienes todavía sienten culpa, puedan sentirse más en calma, aceptando que en realidad no hay absolutamente nada malo en lo que están haciendo.
Seguimos necesitando de mayo para hacer visible el derecho a la autogestión del goce, sentirlo como parte de nuestra biografía sexual y por qué no, de un prometedor futuro, cerca del placer.
Hay muchos mitos relacionados sobre la masturbación, que siempre es bueno recordar que no son más que creencias limitantes, que le pusieron trabas al propio bienestar sexual:
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Es algo de adolescentes, hacerlo en la adultez es “inmaduro”: Nada más lejos de la realidad, por el contrario, con el paso del tiempo podemos ir explorando nuevos matices dentro de esta práctica. Es más, el masturbarnos en distintos momentos de nuestra vida, puede entregarnos información valiosa respecto a nuestra sexualidad, junto con erotizarnos en todos los momentos del ciclo vital.
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Solo se justifica si no estás en pareja: Este mito debe ser de los más frecuentes y nace de la idea de que la pareja es la única responsable de la satisfacción sexual, dejando de lado la responsabilidad y la posibilidad que tenemos sobre el propio goce.
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Es engañar a la pareja: Algo hermoso que tiene la masturbación es que se trata de la relación que tienes contigo misma/o, en el espacio seguro de tu propia intimidad. Y a menos que al hacerlo, transgredas un acuerdo de pareja, por ejemplo: Masturbarse hablando con otra persona.
La verdad es que se trata de una práctica que te puede regalar momentos realmente inolvidables y que por es tremendamente segura para ti y tus vínculos.
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Es algo de hombres: Se trata de una práctica sexual que es completamente saludable y esperable en personas de distinto género. Sin embargo, este mito nace desde la idea de que las mujeres deben ser “deseables”, más que deseantes… ¡que es otro mito sexual!
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Necesitas juguetes, lubricantes, porno y toda clase de cosas para hacerlo: No, claro que hoy en día contamos con una oferta increíble de productos para explorar nuestra sexualidad y experimentar distintas intensidades o sensaciones, pero nuestra masturbación es más que eso y puede ser más sencilla…y muchas personas siguen prefiriendo la clásica masturbación con la propia mano.
Sin embargo, si deseas introducirte un objeto por vía vaginal o anal, siempre te recomendaremos que sea con juguetes y productos certificados, de un material que no te lastime y que cumpla con aspectos mínimos para tu seguridad y cuidado genital.
En fin, de seguro conoces muchos otros mitos, pero de momento te compartimos estos, que siguen bastante vigentes, esperando que sean de ayuda para erradicar un tabú que solo nos ha alejado del anhelado bienestar sexual.
Carola Fernandez
Psicóloga y Sexóloga