VER JUGUETES

Cuando decidí partir con mi tienda de juguetes para grandes, pensé siempre en que tenía que ser un espacio amigable, sobre todo para las mujeres, ya que en ese entonces en Chile no había ninguno.

La primera vez que fui a un sexshop en Stgo. Centro como gringa recién llegada, quise salir corriendo de espanto. Entonces, por mi propia experiencia sabía que tenía que ser un lugar donde las mujeres pudieran ir tranquilas a vitrinear juguetes sexuales, sin la sensación de estar haciendo algo malo o incómodas bajo la mirada del vendedor en un rincón oscuro. Eso por una parte, pero también era fundamental cambiar el lenguaje con el que se referían acá a los juguetes en ese entonces.
Primero: porque yo misma me negaba rotundamente a la idea de tener que presentarme como una “vendedora de consoladores”… me daba vergüenza usar una palabra tan horrible.
Y segundo, en mi calidad de ingeniero comercial: ¿cómo podría asociar el juguete sexual a la idea de disfrutar y de pasarlo bien usando la palabra "consolador"? Era un pésimo término como estrategia de ventas si teníamos en la mente que estos servían para consolarse!. Así empezó mi batalla para erradicar la palabra CONSOLADOR (que es todo lo contrario al placer) y es una lucha que enfrento aún hoy en el 2019, ¡cuando ya han pasado más de 13 años desde que abrí Japi Jane! Y no me canso de proclamar este mensaje y decirlo cada vez que puedo, intentando corregir y sacando de la boca de muchos una palabra tan fea como esa y poner en su lugar: Juguete o vibrador. ¿Por qué? Porque creo que cuando acercamos el lenguaje a un lugar más amigable -al decir juguetes o vibradores- sin duda nos acercamos al autoerotismo de manera más natural y amistosa. ¡Nadie quiere consuelo, sólo queremos jugar!  


El término “consolador” está pasado de moda.

Revisemos un poquito la historia: Dicen que el origen del término se remonta a la época victoriana, por ahí por el año 1883, sólo unos pocos 136 años atrás, cuando se creó el primer vibrador eléctrico, el cual sería la cura a la histeria femenina: una enfermedad inventada que explicaba irritabilidad, ansiedad, insomnio y la tendencia de algunas mujeres a causar problemas. La práctica consistía en provocar placer sexual y orgasmos en las pacientes con este aparato, logrando “consuelo” o alivio a los síntomas y que éstos finalmente desaparecieran. Entonces, un término tan pero tan antiguo, ya tendría que estar obsoleto. Llamar “consolador” a un juguete sexual, es como decirle “malón” a un carrete o “blujín azul” al jeans.  

“Consolador” es una definición que se queda corta, porque no aplica para toda la variedad de juguetes sexuales que existen al día de hoy. La RAE dice que el “consolador” es un aparato en forma de pene, utilizado para la estimulación sexual. Pero nosotros sabemos que el abanico de posibilidades de juguetes va harto más allá que el clásico y básico adminículo en forma de pene. Si no me crees, busca en mi página vibradores con forma de corazón, lápiz labial, anillo, dedo, masajeador corporal, gotita, conejito, bala, calzón vibrador y hasta camuflados en un elegante collar.  

 

HEART VIBE VIBRADOR
“Consolador” es un término machista porque se entiende que el objeto en sí, podría consolar o calmar la necesidad imperiosa de una persona -en general de una mujer- de ser penetrada por un pene real cuando esto, por distintas motivos o por causas de fuerza mayor, no pudiera ocurrir. Y la realidad es que las mujeres no utilizan juguetes sexuales para consolarse, sino para disfrutar y ampliar la gama de sensaciones eróticas, muchas de ellas centradas principalmente en el clítoris sin considerar siquiera la penetración. Además, hoy en día sabemos que un juguete erótico puede complementar y variar la vida sexual de mujeres, hombres, parejas o cualquier persona que quiera probar otra experiencia erótica o simplemente permitirse el placer de jugar.

¿Cuáles son los distintos tipos de juguetes sexuales y cómo podríamos nombrarlos correctamente?

Está bien hablar de “juguetes” así tal cual para nombrarlos a todos, pero si quieres indagar en tecnicismos acá te dejo una pequeña ayuda:  

-Dildo: son juguetes fálicos que se usan para la penetración vaginal o anal, generalmente no tienen ningún tipo de motor. Algunos tienen una base con la que puedes adherir el juguete a una superficie, o esta misma base hacer de tope para que sea seguro de usar si quieres penetrar analmente, o bien, lo puedes adosar a algún tipo de arnés y compartirlo en todas las nomenclaturas que se te ocurran: mujer-mujer, hombre-hombre, hombre-con mujer o mujer penetra a hombre. Y las variantes con respecto a su diseño pueden ser: Fálicos, realistas, con textura, de doble penetración, con vibración también los hay, además de un gran etc.  

DILDO AMOR
  -Vibrador: en su definición básica, son juguetes con motor que se pueden utilizar tanto para la estimulación de zonas erógenas externas, ya sea masculinas o femeninas, como también para la penetración anal o vaginal. Los diseños son muchos y estos no necesariamente parecen un pene. En sus modos de funcionar puedes encontrar: vibradores a pila, con carga a la corriente, con carga USB. Algunos cuentan con una sola vibración, otros tienen vibraciones que van en escala y ritmos, otros puedes activarlos por control remoto, o por bluetooth, o por wi-fii incluso. Los modelos más nuevos traen App. para ampliar las opciones del juguete y hasta vincularlos a una playlist de música o usarlos a distancia de un país a otro.
 

Y aquí una pequeña clase, de las clases de vibradores.

  - Vibrador externo: no se introduce en ninguna parte, sólo sirve para estimular por fuera, ya sea el clítoris, los labios vaginales, toda la vulva, el perineo, los testículos, alrededor del pene, los pezones, el cuello, los pies o deslizarlo por cualquier parte de tu cuerpo si lo que quieres es extender la experiencia sensorial de la vibración hacia todos lados.  

IZZY
  - Vibrador interno: es aquel que sirve para estimular dentro de la vagina. Los modelos de hoy se inclinan más a diseños que no hacen alusión a un pene real y en general parecen verdaderas obras de arte, con curvaturas precisas y terminaciones de lujo. Aunque, como los gustos son tan variados en las preferencias sexuales, también los hay realistas y para qué decir, la gama de colores es infinita.  

IRIS

  - Doble acción: juguetes sexuales que no dejan nada al olvido. Uno de sus extremos se introduce vaginalmente y el otro estimula el clítoris simultáneamente para vivir la experiencia completa.

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NOVA
 

Para satisfacer, gustar... dar momentos de placer

Entonces, como sabemos hace rato ya, que la histeria femenina no existe y que los juguetes están para darnos satisfacción, alegría, momentos de placer y para complementar nuestras relaciones sexuales, dejemos de decir “consolador”! De ese modo tan simple -como es el lenguaje- nos alejamos de las connotaciones negativas del vocablo y ayudamos a transportar la sexualidad femenina hacia un lugar sin culpas ni vergüenza. Disfrutar de un juguete sexual y del autoerotismo podrían ser los pilares en la construcción de la sexualidad en una mujer, pero ese es un camino difícil si está aún instalada la idea, que masturbarse o usar un juguete es únicamente un reemplazo o un consuelo porque no nos quedó de otra. Además puedes bautizar a tu juguete con el nombre que se te ocurra. ¿Ves? si hay tantos opciones para llamarlo, ¿por qué elegir la forma más fea?


#NoDigasConsolador